En la isla de la Palma, encontramos un impresionante parque nacional que es famoso por ser uno de los paisajes más espectaculares e increíbles que no solamente podremos disfrutar en las Islas Canarias sino que también es uno de los parques nacionales más bellos que hay en el mundo. Hablamos del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
Es otra maravilla de la red de los 14 Parques nacionales de España.
Que visitar en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
Este bello lugar fue declarado parque nacional en el año 1954 por el gobierno de España y engloba unas 4690 hectareas de naturaleza volcánica propia de las Islas Canarias. El espacio central de las Islas Canarias precisamente esta ocupado por la Caldera de Taburiente que abarca un circo de 8 km de diámetro que a lo largo de los siglos ha sido moldeado por el agua, el viento y repetitivas erupciones y corrimientos de tierra lo que ha hecho que sea un paisaje escarpado de origen volcánico.
Está demás decir que hay muchísimas cosas que podremos visitar y observar en este parque nacional ya que básicamente en todo el parque encontraremos lugares con una belleza natural cautivadora y al mismo tiempo diferente de otros lugares que podremos visitar en España.
El Roque de los Muchachos y el observatorio
Entre sus principales atractivos encontramos el Roque de los Muchachos, que se trata de un pico de unos 2426 metros de altura y por supuesto que es la cumbre más alta de toda la isla. En el Roque de los muchachos vamos a encontrar el famoso observatorio de los Muchachos, lugar donde podremos observar una multitud de telescopios y cúpulas donde se llevan a cabo diversos estudios e investigaciones por científicos de todo el mundo sobre el cosmos. Allí podremos acceder al observatorio y observar este impresionante lugar que no sólo es hermoso sino que allí aprenderemos mucho más sobre los avances científicos y descubrimientos sobre este tema.
El salto de la Desfondada
Desde el Roque de los Muchachos podremos partir en varias rutas que nos dirigen a diversos miradores de los alrededores. El agua con un especial protagonismo en el parque nacional de la Calderade Taburiente. Podremos observar una extensa red de arroyos y torrentes subterráneos y superficiales que provocan cascadas majestuosas que nos dejan maravillados. Tal es el caso de la cascada del salto de la Desfondada que no sólo llama la atención por su gran caudal de agua sino que también por sus más de 150 m de caída.
Además del agua que está presente en todo el parque, también llama mucho la atención la vegetación presente en el parque nacional de la Caldera de Taburiente ya que precisamente esa vegetación que transmite tanta majestuosidad y el mismo tiempo tranquilidad es una de las razones principales por la cual visitar este lugar para despejarnos, pasar un tiempo en familia y salir de la rutina.
La vegetación del parque está compuesta principalmente por varios endemismos tales como el pino canario, muy destacado por su gran resistencia al fuego y otras especies vegetales famosas como lo son el cedro y la helianthemum cirae, siendo esta última una planta cuya existencia sólo ha sido documentada en este lugar. Además de su vegetación, al visitar el parque nacional de la caldera de Taburiente observaremos una fauna muy diversa ya que encontraremos varias especies avícolas así como también el herrerillo o el pinzón, diferentes tipos de murciélagos o el lagarto tizón.
El Mirador de los Brecitos
Continuando con los lugares que podremos visitar en este parque nacional, una buena recomendación es acceder a los miradores, muy particularmente el Mirador de los Brecitos que es uno de los miradores más bonitos que encontraremos en el parque. Desde allí podremos observar el impresionante conjunto de cumbres y darte cuenta de las titánicas proporciones de ese lugar, de hecho este mirador es un punto accesible en vehículos y es el más cercano al interior del parque y por lo tanto generalmente es el punto más usado para adentrarse en él.
Desde este Mirador de los Brecitos podremos divisar el collado conocido como La Cumbrecita y el Pico Bejenado, y si nos detenemos a mirar bien las paredes de La Caldera notaremos e identificaremos a través de sus diversos colores los dos periodos más importantes de erupciones.
Partiendo de este mirador y a lo largo de unos 6 km podremos encontrar una ruta llena de belleza natural y un impresionante ecosistema pinar canario en el cual encontraremos fuentes como la de la Mula o varios cursos de agua como el Cienpiés o el de Las Traves. Precisamente a lo largo de ese camino podremos encontrar otro majestuoso mirador qué harías bien en detenerte y observar los como es el Mirador del Tagasaste.
Continuando en esa misma ruta podremos alcanzar el cauce del río Taburiente y llegaremos a una persona muy interesante conocida como la Playa de Taburiente. La Playa de Taburiente es un increíble es Spa natural que tiene una especie de forma de rambla y precisamente es una de las joyas y de los lugares más visitados en el parque nacional de la Caldera de Taburiente. Este es un lugar para tomarnos un tiempo y relajarnos, escuchar el correr del agua y llenar nuestros pulmones de aire puro y al mismo tiempo podremos comer algo para reponer nuestras fuerzas ya que de allí en adelante encontraremos más paisajes impresionantes que observar.
Además de disfrutar del recorrido del parque, ¿qué otras actividades podemos realizar en el parque nacional de la Caldera de Taburiente? Senderismo
Definitivamente el senderismo en el parque nacional de la Caldera de Taburiente es la actividad principal de todos aquellos que visitan el parque, sin embargo también es muy frecuente realizar actividades al aire libre, practicar la bicicleta de montaña en la cual a través de las diferentes rutas podremos alcanzar lugares como por ejemplo el que ya hemos mencionado el salto de la Desfondada, o también otro de los miradores como por ejemplo el mirador de los Andenes o el mirador Lomo de las Chozas.
Las razones para visitar el parque nacional de la Caldera de Taburiente son muchas, así que te recomendamos ampliamente pasar un fin de semana distinto en un ambiente paradisíaco.